martes, 1 de noviembre de 2016

Oscuridad

No veo nada. No sé si tengo los ojos abiertos o cerrados. Todo está oscuro y apenas puedo moverme. Me cuesta respirar. Un manto negro se extiende sobre mí. Me cuesta trabajo pensar, estoy adormecido. No recuerdo.

Mi cabeza reposa contra algo duro. No puedo levantarme, no puedo estirar los pies ni levantar los brazos. El polvo se mete en mi garganta y en mi nariz. Me ahogo. Un latido sordo me golpea en la sien una y otra vez.

Intento mover las manos y un dolor punzante me recorre la espina dorsal. Tengo fragmentos de madera bajo mis uñas. Una costra de sangre seca y espesa me cubre los nudillos. Tengo el cuerpo entumecido y un sudor frío me recorre la frente.
Mi respiración se acelera. Intento gritar pero me falla la voz. Empiezo a toser sin control, escupiendo sangre y polvo. No puedo coger aire. Me agito y mi cuerpo se golpea contra las paredes. El latido de mi corazón me retumba en los oídos.

El terror me paraliza. Huelo a sudor y podredumbre, a dolor y miedo, a sangre y muerte. Las astillas se hunden cada vez más en mi carne. Mi cuerpo sufre espasmos provocados por sollozos incontrolables.

Noto el dolor que recorre mis nervios; la respiración entrecortada, jadeante; noto el terror atenazando mi voz. El peso del pánico me impide moverme, el pavor se lleva los últimos restos de valor. Sólo puedo llorar en silencio mientras se me oprime el corazón en el pecho y el horror entumece mis miembros.

No entiendo nada. Mi mente aletargada intenta razonar sin comprender. No sé dónde estoy. No entiendo por qué las astillas se incrustan en mi piel como hierros candentes. No entiendo por qué mi voz está rota. No sé qué he hecho para merecer semejante tortura.

Mientras el manto de la oscuridad me envuelve, los delirios de mi cabeza intentan hilar los fragmentos inconexos e incoherentes de mi memoria. Los últimos rastros de mi cordura arrojan un haz de luz sobre mis dudas. Un grito de espanto brota de mi pecho al recordar que me han enterrado vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario